Porque a traiduría tamién m'ha rondau. Pero si a suerte se tornase fura,
escorrediza, como un pescau y d'istos años no estase capaz de tornar a
lo suyo costau, quiero que saban que ta yo tamién estió un plazer
treballar con vustés, uembro con uembro, contra tanto tirano.
Porque la traición también me ha rondado. Pero si la suerte se volviera
esquiva, escurridiza, como un pescado y de estos años no fuese capaz de
volver a su lado, quiero que sepan que para mí también fue un placer
trabajar con ustedes, hombro con hombro, contra tanto tirano.
lunes, 2 diciembre 2024
No s'eban visto nunca, dende que dixoron o colechio. Feba uns días que
se troboron en uns grans magazens y as prisas no impidioron a Dani a
dixar-le un papel en a mano entre a despedida..
Días más tarde le clamó. A él s'iba o corazón a tope. Luego le fuo a la
mente a zita a ziegas de Miguel Ríos, matrona d'as custureras
protechendo-te a salut d'a tuya vista dica zaguero día d'os tuyos días,
Santa Lucía.
Quedamos ta ir a minchar, pero cuan plegoron a lo seiseno vermout
cambioron a fambre por mojitos y punchos por más risas.
- Dani!! como no te devantes ara mesmo te vas sin desayunar a la
fabrica.
- Mecaguen o copón!!! mormostió entre diens...
No se habían visto nunca, desde que dejaron el colegio. Hacía unos días
que se encontraron en unos grandes almacenes y las prisas no impidieron
a Dani a dejarle un papel en la mano durante la despedida..
Días más tarde le llamó. A él se iba el corazón a tope. Enseguida le fue
a la mente la cita a ciegas de Miguel Ríos, matrona de las costureras
protegiéndote la salud de tu vista hasta el último día de tus días,
Santa Lucía.
Quedamos para ir a comer, pero cuando llegaron al sexto vermout
cambiaron el hambre por mojitos y pinchos por más risas.
- Dani!! como no te levantes ahora mismo te vas sin desayunar a la
fabrica.
- Mecaguen el copón!!! susurró entre dientes...
domingo, 1 diciembre 2024
AGÚN VIVE A MEMORIA
Camino, inexorablemén, ta la terzera edat. Sofro, como muitos de vustés
saben, d'una perda de memoria galopante a causa d'a mía daño zerebral,
pero se mantienen vivos as memorias d'o Caspe d'a mía nineza. A mía
primera escuela (A Badina), a mía primera mayestra (Doña Julia), que con
tres años me castigó sin salir a lo recreyo por foratar una pachina d'o
cuaderno por borrar mui fuerte, as mías primeras prozesions con o
Nazareno, os asayos d'a banda de tambors y bombos en a Porteta. A
memoria de, ara ausén, Perico Samper, a lo como o mío pai le daba a
responsabilidat de cudiar d'o mío chirmán y de yo entre a prozesión.
Memoria a suya eterna riseta. Sintié un duro truco en o mío costau cuan
Alfredo Grañena me comunicó a suya muerte fa uns años.
Memoria con una claridat nitida cuan o mío lolo Valentín, ferroviario
como yo, nos levaba a pescar a lo Paranza. Oras y oras de solana
asperando a picada d'a mía vida.
Asinas mesmo me viene a la mente as mías callejeos con Luis Fillola,
Julio Tejero, Toño…
As fiestas d'agosto, as verbenas, os toros de fuego, as vaquillas,
l'actuazión de Miguel Ríos, que luego estió a banda sonora d'a mía vida.
Os primers amors… Ixe grupo d'amigos con os cuals compartes os 14, 15
años se convierten en eternos.
A carrera Borrizo, o puesto en o cual naxié, igual que o mío pai. O
Gurugú, puesto de trobadas y os nuestros primers besos. As primeras
peñas.
Definitivamén, Machado teneba razón cuan dizió que a nuestra patria ye a
nuestra infanzia. Sin Caspe no sería yo, sería unatra cosa y asinas lo
quiero dixar por escrito por si o mío zelebro me chuga a mala pasada de
borrar-lo d'a mía mente.
Camino, inexorablemente, hacia la tercera edad. Sufro, como muchos de
ustedes saben, de una pérdida de memoria galopante debido a mi daño
cerebral, pero se mantienen vivos los recuerdos del Caspe de mi niñez.
Mi primera escuela (La Balsa), mi primera maestra (Doña Julia), que con
tres años me castigó sin salir al recreo por agujerear una página del
cuaderno por borrar muy fuerte, mis primeras procesiones con el
Nazareno, los ensayos de la banda de tambores y bombos en la Porteta. El
recuerdo de, ahora ausente, Perico Samper, al cual mi padre le daba la
responsabilidad de cuidar de mi hermano y de mí durante la procesión.
Recuerdo su eterna sonrisa. Sentí un duro golpe en mi costado cuando
Alfredo Grañena me comunicó su muerte hace unos años.
Recuerdo con una claridad nítida cuando mi abuelo Valentín, ferroviario
como yo, nos llevaba a pescar al Dique. Horas y horas de solana
esperando la picada de mi vida.
Así mismo me viene a la mente mis callejeos con Luis Fillola, Julio
Tejero, Toño…
Las fiestas de agosto, las verbenas, los toros de fuego, las vaquillas,
la actuación de Miguel Ríos, que luego fue la banda sonora de mi vida.
Los primeros amores… Ese grupo de amigos con los que compartes los 14,
15 años se convierten en eternos.
La calle Borrizo, el lugar en el que nací, al igual que mi padre. El
Gurugú, lugar de encuentros y nuestros primeros besos. Las primeras
peñas.
Definitivamente, Machado tenía razón cuando dijo que nuestra patria es
nuestra infancia. Sin Caspe no sería yo, sería otra cosa y así lo quiero
dejar por escrito por si mi cerebro me juega la mala pasada de borrarlo
de mi mente.